Quién no conoce a Laura Esquivel con su novela sabrosa y exquisita como sus recetas "Como agua para chocolate" pues El Royal ballet en colaboración con el coreógrafo Christopher Wheeldon y con música de Talbot crean un maravilloso ambiente en un ballet lleno de movimientos dinámicos.
Tratándose de un texto tan complicado de una novela con un realismo tan mágico como el de la escritora mexicana, la coreografía parece tener una relación entre el misterio y la melodía de Talbot con diseños de Bob Crowley inspirados en el arquitecto mexicano Luis Barragán dando una sensación llamativa de calor y aislamiento con movimientos teatrales exquisitos.
Es la historia de Tita y Pedro que estan profundamente enamorados pero tienen prohibido casarse ya que Tita al ser la más pequeña de las hijas debe de cuidar a su madre, Laura una feroz y exigente madre sobre todo cuando regresa como fantasma.
Pedro se casa con la hermana de Tita, como su mejor oportunidad de estar cerca de su verdadero amor, pero ese motivo es un ejemplo de un detalle, un latido emocional, que podría pasar desapercibido para los espectadores que no han leído el libro de Esquivel o visto la película.
El ingenioso Wheeldon utiliza cintas para representar el matrimonio o como representa la muerte de la cocinera Nacha amada por Tita en donde se ve como su alma escapa de su cuerpo.
Las escenas estan elaboradas y lenas de una energía acción y ritmo, los pas de deux son lúdicos con imágenes, lleno de anhelos insatisfechos con un cuerpo lleno de sentimiento y poder muscular.
En el reparto secundario se ve a un soldado revolucionario que se lleva en caballo a su hermana Gertrudis, es de altísimo nivel ver a la cocinera de la casa, las emociones de Tita transmitidas a través de su comida provocando ataques de pasión o desesperación en quieres la consumen.
Su hermana Gertrudis se ve superada por una libido furiosa en la única escena que tiene un tono apagado, cuando un coro de hombres con disfraces al estilo de Aladino representa un espectáculo de la lujuria de una mujer, en lugar de una inmersión real en la sensualidad.
El pas de deux final implica mucho en cargar de fuerza y ternura así como una conexión entre Pedro y Tita y su amor frustrado por años haciendo una hermosa representación del maravilloso libro de Laura Esquivel, como agua para chocolate por el Royal Ballet que es absolutamente original. Además de que conto con la aprobación de la mismísima escritora quién dio luz verde para el proyecto.
Ballet's Secrets Dançart
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