Una de las más conocidas precursoras del Ballet del siglo XX fue Anna Pávlova quién nace en San Petersburgo el 12 de febrero de 1881.
Dedico toda su vida al ballet con una constitución física delicada y unos pies hermosos, tan frágil como fuerte, así era Pavlova, trabajadora y artista incansable fue una de las principales artistas del ballet imperial ruso, quien después fundo su propia compañía viajando por todo el mundo llevando su arte.
Una vez, su madre la llevó al Teatro Imperial Maryinsky para ver una representación de la Bella durmiente dirigida por el coreógrafo Marius Petipa. La pequeña Anna quedó maravillada con el espectáculo, que marcaría un antes y un después en su vida.
Anna después de haber sido rechazada por la Escuela Imperial de Ballet (actualmente la prestigiosa Escuela Vaganova) varias veces, a los 10 años entro a esta escuela teniendo como maestros entre otros a Pavel Gerdt, Christian Johansson o Eugenia Sokolova.
Tras siete años de durísimo entrenamiento y de seguir un régimen muy severo, con el que su condición física mejoró espectacularmente, Anna siguió trabajando sin descanso.
"Nadie puede llegar al éxito solo por tener talento".
"Dios da talento, el trabajo transforma el talento en genio", diría más adelante.
Anna hizo su debut en el teatro Mariinsky con las falsas Dríades de Pavel Gerdt, siendo una actuación que recibió unas críticas muy buenas, ella al bailar hacía que el estado de ánimo del teatro cambiara, siendo tan apasionada con su delicada figura para los cánones de la época, llena de vida, con mucha gracias en sus movimientos, virtuosa en fin era única.
En 1905 Anna triunfaría con el ballet que más la recordaría al paso de los años y yo diría que la hizo inmortal " La muerte del Cisne" que formaba parte del Carnaval de los animales una coreografía hecha por Mijaíl Fokine con la música de Camille Saint-Saens, al año siguiente fue nombrada primera bailarina.
De 1907 a 1910 hace giras con la compañía de Fokine por toda Europa siendo la estrella de la compañía, aun así, estando en la cúspide de su carrera decide dejar la compañía y hacer sus presentaciones en todo el mundo.
Decidida llevar el arte a todos los rincones del planeta, "la Pavlova", como se la conocía, creó su propia compañía y recorrió el mundo promocionando la escuela rusa de ballet y actuando no solo en grandes recintos, sino también en locales mucho más pequeños.
La compañía compuesta por unas 50 personas viajo a muchos países, mostrando su virtuosidad y simpatía, esforzándose en hacer presentaciones en teatros y diferentes escenarios para que su arte llegara a diferentes personas, desde las más lujosas hasta las más humildes, por cierto, aqui algunas fotos donde ella está bailando el jarabe tapatío en puntas en su visita a México.
Al principio de su carrera, Anna Pavlova conoció a Victor Dandré, un funcionario de la Duma (el Parlamento ruso) y gran amante del ballet que, en una biografía del año 1932, dijo que era su marido y manager. Al parecer la pareja se casó en secreto en el año 1914, y su relación fue una auténtica puesta en escena: trágica y pasional.
Después de dejar Rusia se fue a vivir a Londres donde pasaría el resto de su vida entablando una gran amistad con Charles Chaplin.
Victor Dandré escribió mucho acerca de los espectáculos benéficos que ofreció la Pavlova y sobre los múltiples actos de caridad que realizó en apoyo a los huérfanos de su país.
Anna Pavlova murió de neumonía antes de cumplir los 50 años el 23 de enero de 1931.
Como cosa curiosa sobre Anna tengo que mencionar que hicieron un perfume, recuerdo que mi mama me regalaba cada navidad el perfume Pavlova de Jeane Arthes que es una fragancia con olores de fresas, manzana, tofe presentado en diferentes versiones ya sea como eau de toilet jabones esencias de perfume, es un perfume sencillo y amable no tiene grandes expectativas, es un recuerdo a la gran bailarina.
Como otra curiosidad sobre Anna es su famosísima Tarta Pavlova creada en Australia en honor a la ilustre bailarina, es un clásico en cuanto a tartas. Su presencia es elegante y delicada, con esa base blanca y crujiente rematada con frutas que hacen que sea muy atractiva a la vista. Después está su sabor dulce y contrastando con el toque ácido o de múltiples gustos de las frutas que le pongas. La tarta Pavlova se ha ganado su puesto en la repostería mundial.
El origen de la tarta no es muy certero, aunque la historia cuenta que en 1920 visito Nueva Zelanda y Australia, y en honor a ella se bautizó este postre por el Chef Herber “Bert” Sachse a petición de los dueños del hotel donde trabajaba, quienes lo contrataron para que ideara algo diferente.
La tarta Pavlova consiste en una base de merengue con fécula de maíz que lleva nata montada y se remata con frutas en su versión clásica, normalmente diferentes tipos de frutos rojos. El resultado es un pastel muy crujiente por fuera y suave por dentro, con un contraste de sabores determinados por las frutas que le pongas, como ya hemos señalado.
Otras versiones de pavlova tienen el merengue crujiente hueco por dentro, que se rellena con nata y se remata con frutas. También existen variantes con otro tipo de toppings: frutas diferentes como mango o melocotón, trozos de chocolate o trufa, incluso con dulce de leche, por citar algunos ejemplos.
En fin,como un homenaje a sus 130 años de nacimiento que mejor disfrutar de la gran bailarina con su perfume y su tarta, Felicidades Anna Pavlova gracias por tu belleza.
Ballet's Secrets Dançart
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